La pequeña letrita "e" quiere por todos los medios ser capitán de un barco que viaja por las estrellas. Dicha ilusión se ve trabada pues al nacer letra sólo puede ser parte de un cuento o una poesía ya que los capitanes están reservados para los números. El Sr. Incógnita se sorprende de lo que es capaz de hacer e invita a la pequeña a demostrar sus cualidades ante el Tribunal de las Vocales y el Parlamento de Abecedario, ante el Sr. Infinito y Eureka.
Cuento de lectura fácil dirigido a un público a partir de doce años, buscando siempre la complicidad de los padres para la explicación de ciertos tecnicismos que el joven lector no pueda entender.
Se intenta en todo momento demostar que los niños tienen sueños, y que esos sueños pueden convertirse en realidad si se creen firmemente en ellos.